La verdad del asunto es que ese dinero poca y rara ves se destina al servicio de mesa , o propina por así decirlo y es en realidad un dinero mas que entra en la cartera del dueño del restaurante , por eso muchos comensales se están revelando contra dicho "impuesto" que tienen los locales y se reusan a pagar por algo que es inexistente para el salario del mozo.
El cubierto va directamente al bolsillo del empresario. Y se generalizó tanto que, hace un año, la Legislatura porteña aprobó una ley para regularlo. Es la 4.407, que ordena que los locales gastronómicos que lo cobran deben ofrecer 250 cc de agua por persona, pan, un producto de panera apto para celíacos y sal sin sodio. Además, prohíbe su cobro a menores de 12 años. "extracto de un diario argentino"